Ayer pasé uno de los episodios de vergüenza ajena más "épicos" de mi reducida historia. Un hombre bailaba como si una anguila le tuviera agarrado por los cojones entre calambres y mordiscos. No dejaba de menear las piernas, parecía incluso que se iba a mear allí mismo (cosa poco extraña debido a la cola de gente que había en el lavabo). Ese tipo de gente debería estar encerrada en jaulas colgadas a 30 metros del suelo y, como por desgracia hay tantos, yo propongo un juego muy divertido. Poner un foso de pinchos numerados justo debajo de la jaula y dejarla caer. La diversión está (a parte de ver ensartado a semejante personaje) en apostar en qué pincho caerá.
Luego hay otro tipo de personaje que, sin saber lo que es el pudor ni haber pisado por donde lo haya, se cree el alma de la fiesta. Le podrás diferenciar de los demás porque LLEVA LA CORBATA EN LA FRENTE como sólamente un perfecto gilipollas podría llevarla. Es ese tipo que te saluda sin conocerte de nada con un "eeeeeeeeeyyy, chavales, que ya estoy aquí", a lo que cualquier persona normal respondería "pues ya te hemos visto, puedes ir en paz y no volver". Aunque la peor de las fiestas es la de año nuevo, sobre todo si la pasas con tu familia. Yo me cago mil y una veces en el gilipollas que se le ocurrió hacer la botella de anís con esa forma. Habría que colgarle boca abajo encima de un fuego y abrirle la tripa, sacar los intestinos, atarlos a un coche y darse un paseo con él. Seguramente será un enfermo que no tiene familia y habrá pensado "¿cómo les puedo joder las fiestas a la gente? Ya sé, voy a hacer una botella que sirva de insufrible instrumento musical". Pues si lo estás leyendo léelo bien: QUE SE TE LLEVE KING KONG EN UN ALARIDO FURIOSO DE DIARREA. Pero si has decidido, de forma totalmente justificable, pasar de tu familia en ese momento, no creas que en un garito te vas a librar del todo. Tienes que comerte las uvas aunque no las hayas comido en tu vida. Si no las comes eres el apestado, el leproso, el que rompe la tradición. Siempre llega el típico soplapollas que te dice "hay que comerlas, que si no da mala suerte". Anda a rascarte los cojones. ¿Peor suerte de la que me ha llevado a caer en este antro con gente como tú? No creo. Para colmo tienes que beber, pero beber mucho. No importa si te dejas el sueldo del mes en copas, eres el mejor de la fiesta (por una lógica que no alcanzo a comprender el que más bebe es el alma de la fiesta, no importa que no se pueda poner en pie). Y luego queda la resaca y las preguntas de tus familiares, en plan "¿qué, saliste ayer?" No, gilipollas, me quedé en casa aguantando tu borrachera PUES CLARO QUE SALÍ, IMBÉCIL.
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