Hace poco pasamos las navidades. Eso me ha hecho plantearme una cosa. ¿Por qué la gente es tan mentirosa con este tipo de tonterías? Papá Noel, reyes magos, el ratoncito Pérez... ¿Quién tuvo la brillante idea de hacer creer a sus hijos que los regalos se los trae un personaje cuyo argumento de existencia está muy cogido por los pelos? Os voy a decir quién: Unos padres a los que les importaba una mierda que sus hijos quisiesen más a un gordo barbudo que les visita anualmente sin que siquiera puedan verle que a ellos mismos.
A veces sólo importa mentir, no importa con qué. "¿Compraste leche?" "Sí (mentira)". ¿Por qué mientes si sabes que te van a pillar en breve? Es incomprensible. O el clásico "no es lo que parece". NO JODAS. Si a tu mujer le parece que estás jugando al ajedrez, si a tu marido le parece que estás tocando el piano, si a tu pareja le parece que estás imitando a Chiquito de la Calzada, entonces, sólo entonces puedes decir que no es lo que parece. Si te ve follando y le parece que estás follando con alguien que no es él o ella no mientas, sólamente empeorarás las cosas. Esa es otra, una cosa es mentir y otra ocultar la verdad. Ante la pregunta, que es a todas luces una pregunta trampa "¿cariño, me pusiste los cuernos ayer en la fiesta? Dímelo, si eres sincero no me voy a enfadar" no contestes. Cambia de tema, hazte el sueco, di que tienes un pollo en el horno, pero no contestes. No contestes porque saldrá mal cualquier respuesta y lo sabes. Tanto si lo reconoces como si mientes. Porque tu pareja tiene pruebas. Consistentes en un rumor o quizá te vio desde la ventana, no lo sé, pero lo pregunta por algo. O la de "si tuvieras que salir con una de mis amigas ¿con cuál saldrías?". Por el jodido amor de dios, no contestes. Digas lo que digas te puteará. Porque son envidiosas entre sí. Otra cosa es que un hombre te pregunte "cariño, si tuvieras que salir con una de TUS amigas, ¿con cuál saldrías?". Está claro, o quiere un trío o quiere una nueva novia.
Y chicas, nunca os creáis eso de "chupa, que yo te aviso". No te va a decir "cuidado, deja de chupármela que voy a acabar. Ya me apaño yo solo". No, va a decir "TRÁGATELO, POR TU PADRE, TRÁGATELO" cuando tengas la garganta igual de blanca que la nariz de Maradona. ¿Alguna vez alguien se ha creído eso de "tranquilo, mañana te lo devuelvo". Aunque le prestes una mofeta descompuesta, no lo volverás a ver. Nunca. Olvídate de lo prestado, y si te lo traen de vuelta, preocúpate. Una vez le dejé un videojuego a un amigo. A los tres días me lo devolvió diciendo "toma... Muchas... Gracias". Un tipo al que no le había oído decir gracias ni cuando le llevé medio arrastrado kilómetro y medio desde el bar hasta su casa, borracho como una despedida de soltero en Irlanda, subiendo cuestas, hasta las cejas de vómito... Desconfié. Y efectivamente, estaba rayado. En vez de un disco me dio una pista de patinaje. Parecía hecho a drede. Había un dibujo muy claro. No era arte abstracto, ni siquiera cubismo. Era un puto Velázquez. Vi a las Meninas, vi a Velázquez y vi a mi amigo detrás de Velázquez sonriendo y levantando los pulgares. Os juro que cuando lo metí en mi Play Station 2 oí claramente una risa. Una risa malvada, poco ética, una risa de hijo de puta. La propia máquina se estaba riendo de mí, dicendo "iluso... ¿De verdad creías que te lo iba a devolver bien?".
No os creáis las mentiras y no contestéis a las preguntas trampa.
lunes, 31 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
El otro día hice una amistad por la ley anti-tabaco
La histeria del tabaco ha llegado a nuestro país. Nadie quiere ser fumador pasivo. La gente sería capaz de denunciarte anónimamente (esto es que si te ven fumando pueden denunciarte sin necesidad de dar tus datos personales, datos que estás obligado a dar en caso de ser testigo de violación y/o asesinato). Te denuncia gente que quiere tener los pulmones limpios, la misma gente que luego coge el coche para ir a por el pan a 200 metros. Por culpa de esta absurda ley, digna de un cromagnon fascista hice una amistad. Estaba en el hospital, en la sala de espera, esperando a que me tratasen mi "dierna", cuando un tío de unos 30 años me pidió un cigarro. En la mano llevaba uno de esos cigarros "electrónicos" SIN NICOTINA. Era obvio que aquel cigarro SIN NICOTINA no bastaba para hacer el efecto al que se había acostumbrado con los cigarrillos normales (CON NICOTINAAAAAA), así que los dos salimos del hospital a echarnos un cigarro. Nos alejamos 15 metros de la entrada. Por allí desfilaba una procesión de gente con enfermedades varias, ninguna de pulmón. Pero aún así, a 15 metros de la entrada del hospital, sin molestar a nadie, nos miraban como si les hubiésemos matado un hijo. El que me pidió el cigarro y yo estábamos hablando, pero llegó un momento en el que me harté de que la gente me traspasase con la mirada. Creo que uno de ellos me hizo una radiografía de tanto tiempo que me clavó sus ojos. Así que me fui para él. Lo primero que hice fue decirle que sabía que me había estado un buen rato mirando. Me insinué diciendo " he visto que me observabas. ¿Vienes mucho por aquí?". El hombre no sabía dónde meterse. Entonces dije "si no quieres ligar, ¿por qué me mirabas tanto?". No dijo nada. Y para rematar, cogiendo el cigarro le dije "ah, no te he ofrecido, ¿quieres?". Aquel hombre con mirada de inquisidor se fue como si tuviera prisa. Todos sabemos que en un hospital español no se tiene prisa. Aquel hombre con mirada de inquisidor se fue de allí sin saber qué decir, como si de pronto el argumento que tenía para desafiarme con la mirada hubiese desaparecido a la misma velocidad que sus cojones disminuían de tamaño y se arrugaban como una vieja de 90 años. El chaval que se bajó conmigo a fumar me preguntó que qué le había dicho a ese hombre. Le dije "lo justo para que se diese cuenta de que a veces la gente no tiene tantas razones para odiar como aparenta. Lo justo para que se diese cuenta de que estaba equivocado". Entiendo que a las puertas de un hospital habrá personas con enfermedades respiratorias, pero no entiendo por qué se prohibe fumar en las puertas de los colegios. No sé cuánto miden los niños de ahora, pero no creo que con 1,80 que mido yo y en medio de la calle el humo llegue a la cara de algún crío. Y en los parques al aire libre aún menos. Igual, con la manía esa que tienen los críos de saltar desde el columpio, toma demasiado impulso y cae encima de mi cigarro. Parace que está de moda hacer leyes absurdas, como cortinas de humo para hacer que nos olvidemos de una mala gestión (no os equivoquéis, la culpa de la crisis mundial no la tiene Zapatero, la tienen los bancos). Ahora recordamos la ley Sinde y lo que podría haber pasado si la aprueban. Pobres autores. Es injusto para Alejandro Sanz que no se pueda comprar un buque de Guerra porque la gente se baje sus canciones. Lo que yo creo que es injusto es que un CD te cueste 20 euros, cuando ni el material ni el tiempo empleado para grabarlo valen tanto. A veces la gente odia o prohíbe algunas cosas sólo porque está de moda hacerlo.
lunes, 17 de enero de 2011
Los salidos
Cuando sales de fiesta, en la cola del super, entre tu grupo de amigos. Ahí es donde puedes encontrártelos. Hablo de los salidos. Un salido en principio tiene una apariencia normal: ropa de cualquier tipo, algunos hasta con trabajo, e incluso novia. Pero se les distingue fácilmente en su época de celo. Esa época comprendida entre las seis de la tarde y las cinco de la mañana de todos los días, todo el año. Esa época de celo se corresponde con el tiempo que pasan fuera de casa. Y se distinguen por su sonido característico, su reclamo hacia las hembras: BUENOOOOOORRAAAAA. Estos animales pueden ser de varios grados.
Primer grado: Lanzan un piropo cuando ven una chica de muy buen ver. ¿Eso es normal? Bueno, sí, aunque también puedes callártelo. Pero los piropos de éstos no son nada parecido a lo que diría Becker. Por ejemplo, Becker diría: El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada. El salido diría: Tienes unos ojazos QUE TE COMÍA TOL COÑO.
Segundo grado: Les encanta ir en autobús o metro porque así se ponen ciegos. Son los que tienen el abono transportes igual de calientes que su entrepierna. Eso sí, cuando les pillan son educados: uy, perdona, es que me he desequilibrado.
Tercer grado: Cuando están en una casa con internet, no importa si es la suya o la de un colega, invitan, casi exigen, que pongan porno. Éstos tienen cierto peligro porque no conocen. De ellos viene la frase de "en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera". Lástima de cinturones de castidad.
Cuarto grado: Los de este tipo ya no es que pida ver porno, es que piden llamar a putas. Sobre todo en fiestas y eventos. "Llama unas putas ¿no? Que esto está muy soso" "Es el funeral de mi padre" "¿Y? El muerto al hoyo y el vivo a follar". Cuando llegan a este grado es común verlos deambulando por las salas de lactancia de los centros comerciales. Ellos quieren ver tetas, les da igual la situación. Se les puede reconocer a simple vista porque llevan una marca perpetua en forma de cinco dedos y palma de mano, comúnmente con una marca de lo que será un anillo.
Primer grado: Lanzan un piropo cuando ven una chica de muy buen ver. ¿Eso es normal? Bueno, sí, aunque también puedes callártelo. Pero los piropos de éstos no son nada parecido a lo que diría Becker. Por ejemplo, Becker diría: El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada. El salido diría: Tienes unos ojazos QUE TE COMÍA TOL COÑO.
Segundo grado: Les encanta ir en autobús o metro porque así se ponen ciegos. Son los que tienen el abono transportes igual de calientes que su entrepierna. Eso sí, cuando les pillan son educados: uy, perdona, es que me he desequilibrado.
Tercer grado: Cuando están en una casa con internet, no importa si es la suya o la de un colega, invitan, casi exigen, que pongan porno. Éstos tienen cierto peligro porque no conocen. De ellos viene la frase de "en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera". Lástima de cinturones de castidad.
Cuarto grado: Los de este tipo ya no es que pida ver porno, es que piden llamar a putas. Sobre todo en fiestas y eventos. "Llama unas putas ¿no? Que esto está muy soso" "Es el funeral de mi padre" "¿Y? El muerto al hoyo y el vivo a follar". Cuando llegan a este grado es común verlos deambulando por las salas de lactancia de los centros comerciales. Ellos quieren ver tetas, les da igual la situación. Se les puede reconocer a simple vista porque llevan una marca perpetua en forma de cinco dedos y palma de mano, comúnmente con una marca de lo que será un anillo.
lunes, 10 de enero de 2011
Cuando sabes que estás haciendo el ridículo
Bien es sabido que en el mundo de la música hay grandes, pero grandes artistas. También es sabido que no todos lo hacen bien, es más, algunos cuando los ves deseas que hubiesen nacido sin lengua o sin piernas. Da cosa verlos "cantar" o "bailar". En serio, da vergüenza ajena. Internet da buen testimonio de ellos. Esta gente son los renegados de la música, aquellos a los que Bach prendería fuego.
Ahora hablo sobre esas bailarinas, las de Georgie Dann, por ejemplo. Tú las ves bailando y ellas sonríen, pero no es una sonrisa sincera, en realidad ellas no quieren estar ahí. Por sus cabezas pasan pensamientos como "¿es que nadie va a matar a este tipo, en serio?". Otra cosa dentro del mismo tema es la gente que se presenta a audiciones de programas tipo Factor X. En mi vida, repito, EN MI VIDA he visto gente más ridícula. Ahí hay gente que ya se deberían llamar personas "especiales". Como cuando no quieres ofender a un disminuído psíquico. Pero esta gente son ridículos, payasos, son del género tonto. Nacieron de casualidad porque un poquito más tontos y abortan. Y es que no sólo cantan mal, que no cantan mal, sino que su capacidad de canto es la misma que la de un manco para dar palmas. También se empeñan en bailar. El ridículo puede alcanzar cotas insólitas, insospechadas y sobre todo inauditas. Bailes ridículos, espantosos, abominables, como una hecatombe artística, cosa que suelen acompañar de vestimenta, incluso disfraces que harían que desearas que te arranquen los ojos y meen en tus cuencas. Los hay que abusan de las lentejuelas, o los que van con flecos. Son más malos que la puta mierda. Es como si te hicieran un tacto rectal a dos manos. De verdad, es horrible. Cada vez que una persona de estas actúa muere un buen músico o bailarín. Lo último que Kurt Cobain vio antes de morir fue Factor X. Bon Scot se pilló la borrachera fatal por culpa de una de estas audiciones. Quien mató a John Lennon no lo hizo porque estuviera loco, fue un emisario del futuro (nuestro presente) que hizo el trabajo sucio de uno de los participantes de estos castings. Y también hay gente malísima que ha hecho música de forma profesional. A Jimmy Hendrix lo mató el reguetón. Daddy Yankee es el culpable (no físico). ¿Habéis visto estos programas? Sabréis a lo que me refiero, y seguramente me leeréis desde una institución mental. Si hablo de ridículos tengo que mencionar a las misses. En especial a la de Carolina del sur adolescente. La pregunta: "Encuestas recientes han demostrado que la quinta parte de los norteamericanos no pueden ubicar a Estados Unidos en un mapa. ¿Por qué crees que sucede esto?". La respuesta podría ser peor, pero no me imagino cómo: "Personalmente creo que los estadounidenses no son capaces porque... Eh... algunas... Personas aquí, en nuestra nación, no tienen mapas y creo que nuestra educación (aquí yo ya le hubiese retirado el micrófono y si le conociese hasta el saludo) como la de Sudáfrica y, eh... El Iraq y todos esos sitios y yo creo que deberían... Nuestra educación aquí en EEUU debería ayudar a EEUU, deberían ayudar a Sudáfrica y deberían ayudar a El Iraq y a los países asiáticos y así seremos capaces de construir nuestro futuro para nuestros niños". Bien, ya sabemos quién le escribía los discursos a Bush. Pero no es la única, ni la peor. ¿Quién no recuerda a Miss Panamá? La pregunta: "Comenta la siguiente máxima de Confucio: Leer sin meditar es una ocupación inútil". Y debieron cambiar en ese momento a la miss por una muñeca hinchable, porque la respuesta fue esta: "Muy buenas noches, Panamá. Confuicio, fue uno de los que inventó la confusión y por eso se le ha... De lo más antuiguo... Fue uno de los chinos... Japoneses que fue de lo más antiguo. Gracias". Se me han caído los gayumbos al suelo. En el momento en que lo vi me recorrió un escalofrío todo el cuerpo. En ese momento es en el que te das cuenta de que la humanidad va a pasar por algo terrible. Vomité sangre. Vomité sangre después de ver eso. Esta chica va a Saber y Ganar y Jordi Hurtado en persona la ejecuta delante de las cámaras. Lleva una tontería encima que no lo sabe ni ella, porque es tonta. Pero si la tontería fuese petróleo esta tía tendría más pasta de Bill Gates y J.K. Rolling juntos. Y si fuese mierda también, se iba a hacer de oro vendiendo estiércol. Chica, ¿sabes quién era Confucio? Todavía se estará removiendo en su tumba.
Ahora hablo sobre esas bailarinas, las de Georgie Dann, por ejemplo. Tú las ves bailando y ellas sonríen, pero no es una sonrisa sincera, en realidad ellas no quieren estar ahí. Por sus cabezas pasan pensamientos como "¿es que nadie va a matar a este tipo, en serio?". Otra cosa dentro del mismo tema es la gente que se presenta a audiciones de programas tipo Factor X. En mi vida, repito, EN MI VIDA he visto gente más ridícula. Ahí hay gente que ya se deberían llamar personas "especiales". Como cuando no quieres ofender a un disminuído psíquico. Pero esta gente son ridículos, payasos, son del género tonto. Nacieron de casualidad porque un poquito más tontos y abortan. Y es que no sólo cantan mal, que no cantan mal, sino que su capacidad de canto es la misma que la de un manco para dar palmas. También se empeñan en bailar. El ridículo puede alcanzar cotas insólitas, insospechadas y sobre todo inauditas. Bailes ridículos, espantosos, abominables, como una hecatombe artística, cosa que suelen acompañar de vestimenta, incluso disfraces que harían que desearas que te arranquen los ojos y meen en tus cuencas. Los hay que abusan de las lentejuelas, o los que van con flecos. Son más malos que la puta mierda. Es como si te hicieran un tacto rectal a dos manos. De verdad, es horrible. Cada vez que una persona de estas actúa muere un buen músico o bailarín. Lo último que Kurt Cobain vio antes de morir fue Factor X. Bon Scot se pilló la borrachera fatal por culpa de una de estas audiciones. Quien mató a John Lennon no lo hizo porque estuviera loco, fue un emisario del futuro (nuestro presente) que hizo el trabajo sucio de uno de los participantes de estos castings. Y también hay gente malísima que ha hecho música de forma profesional. A Jimmy Hendrix lo mató el reguetón. Daddy Yankee es el culpable (no físico). ¿Habéis visto estos programas? Sabréis a lo que me refiero, y seguramente me leeréis desde una institución mental. Si hablo de ridículos tengo que mencionar a las misses. En especial a la de Carolina del sur adolescente. La pregunta: "Encuestas recientes han demostrado que la quinta parte de los norteamericanos no pueden ubicar a Estados Unidos en un mapa. ¿Por qué crees que sucede esto?". La respuesta podría ser peor, pero no me imagino cómo: "Personalmente creo que los estadounidenses no son capaces porque... Eh... algunas... Personas aquí, en nuestra nación, no tienen mapas y creo que nuestra educación (aquí yo ya le hubiese retirado el micrófono y si le conociese hasta el saludo) como la de Sudáfrica y, eh... El Iraq y todos esos sitios y yo creo que deberían... Nuestra educación aquí en EEUU debería ayudar a EEUU, deberían ayudar a Sudáfrica y deberían ayudar a El Iraq y a los países asiáticos y así seremos capaces de construir nuestro futuro para nuestros niños". Bien, ya sabemos quién le escribía los discursos a Bush. Pero no es la única, ni la peor. ¿Quién no recuerda a Miss Panamá? La pregunta: "Comenta la siguiente máxima de Confucio: Leer sin meditar es una ocupación inútil". Y debieron cambiar en ese momento a la miss por una muñeca hinchable, porque la respuesta fue esta: "Muy buenas noches, Panamá. Confuicio, fue uno de los que inventó la confusión y por eso se le ha... De lo más antuiguo... Fue uno de los chinos... Japoneses que fue de lo más antiguo. Gracias". Se me han caído los gayumbos al suelo. En el momento en que lo vi me recorrió un escalofrío todo el cuerpo. En ese momento es en el que te das cuenta de que la humanidad va a pasar por algo terrible. Vomité sangre. Vomité sangre después de ver eso. Esta chica va a Saber y Ganar y Jordi Hurtado en persona la ejecuta delante de las cámaras. Lleva una tontería encima que no lo sabe ni ella, porque es tonta. Pero si la tontería fuese petróleo esta tía tendría más pasta de Bill Gates y J.K. Rolling juntos. Y si fuese mierda también, se iba a hacer de oro vendiendo estiércol. Chica, ¿sabes quién era Confucio? Todavía se estará removiendo en su tumba.
lunes, 3 de enero de 2011
Tipos duros vs maricas
Una de las cosas buenas que deja el cine moderno es una cantidad respetable de bastardos sin conciencia que son los héroes del cine de acción. Por el contrario, el cine también deja cosas muy malas. Cosas tan malas como que te hagan una vasectomía con unas tenazas y sin anestesia. Y es que así te sientes viéndolos, como si te hubiesen quitado tu hombría por la fuerza (hombría tanto masculina como femenina, por contradictorio que resulte). Me refiero a los contrarios de los héroes de acción: los maricas de las películas de amor. Empezaré hablando de los primeros.
John McClane: Un policía con unas gónadas de hormigón armado. Protagonista de Die Hard (Jungla de cristal, pero prefiero el título original, mucho más duro) y sus tres secuelas. Su frase "Yipi Kay Yay, motherfucker" es un referente de los tipos duros. Alguien a quien no querrías escupir en la comida por si acaso se da cuenta y te mete un supositorio caliente de plomo. Interpretado por Bruce Willis.
William Foster: La máxima expresión del hombre cabreado. Es el protagonista de Un día de furia, película que recomiendo ver. Sólo es un hombre que quiere llegar a casa de su ex-mujer por el cumpleaños de su hija, pero la mala suerte se cruza en su camino en forma de una panda de hijos de puta. Entre sus logros están poner en su sitio a unos pandilleros muy mal educados, provocarle un infarto escopeta en mano a un viejo que juega al golf vestido de mamarracho y cargarse a un nazi a balazos. Interpretado por Michael Douglas.
El mariachi: De niño fue guitarrista, de mayor un hombre en busca de venganza. Protagonista de Desperado y Once upon a time in Mexico (también de El mariachi, la primera de la trilogía, pero al que me refiero es al que interpreta Antonio Bnderas). Asesinaron a su mujer y le metieron una bala en la mano. En su búsqueda de Bucho, el culpable de dejarle viudo, deja una ristra de cadáveres y bares destrozados ocultando unas armas que serían la envidia de Charlton Heston en una funda de guitarra. Interpretado por Antonio Banderas (sólo en Desperado y Once upon a time in Mexico).
Agente Smith: Si esto te entra en el ordenador te puedes ir dando por jodido. Es un programa informático antagonista de Matrix y sus secuelas. Es el que más jode a Neo. Un experto en artes marciales al que no hay quien le acierte un tiro. Por mucho que Neo se lo cargue aparece una y otra vez, incluso multiplicado. Es el que peor acaba de todos los que he citado y está interpretado por Hugo Weaving.
Podría citar más, pero creo que con estos ejemplos vale para darse cuenta de que las películas buenas siempre tienen un tipo duro que, aún teniendo una mujer, no andan jodiendo con sus líos amorosos y en el caso de El mariachi convierte a su nueva chica en una tipa dura.
Vale, pasemos a la parte mala del artículo: Los maricas de las pelis de amor.
Jack Dawson: El tío de 20 años más estúpido que te puedes encontrar en una película. Es interpretado por Leonardo DiCaprio y es protagonista de Titanic (1997), una película con un cojón de premios Oscar, 11 en total y en mi opinión 12 más de los que se merece porque es un bodrio infumable, y si piensas lo contrario es que tú y yo tenemos gustos cinematográficos opuestos. Huérfano desde los 15 años, cinco años después tiene la mala suerte de ganar unos billetes de tercera clase para un barco que (como dice Don Mauro) "para una vez que sale va y se hostia". Lo que me cabrea de este idiota, porque es un idiota de manual, del género tonto, es que salva de un intento de suicidio a una chica rica que posteriormente se la juega y de qué manera. Antes de morir consigue dibujar a la chica en cuestión sin más atuendo que un pedrolo del copón valorado en a saber cuántos miles o incluso millones de dólares y luego se la folla en un coche con los cristales empañados de lujuria. Pero cuando el barco se va al carajo ayuda a subir a la desagradecida chica a un tablón en el que caben los dos, apretados pero caben. Pues no, la chica se despatarra allí y deja que muera de hipotermia. Lo dicho, idiota de manual.
Edward Cullen: Protagonista de Crepúsculo y una sucesión de chorradas más. Interpretado por Robert Pattinson. Un ¿vampiro? POR AHÍ NO PASO. ME HAN TOCADO A LOS VAMPIROS. COÑO. Este ni es vampiro ni es nada, es simplemente un "guaperillas"de instituto, un chupa-reglas que va maquillado como en el siglo XVII. Su rasgo más característico es que cuando le da el sol brilla. BRILLA EL MUY MARICA. Vale que se puede considerar una ventaja con respecto a los otros vampiros que se queman con el sol, pero Blade tampoco muere si le da el sol, y aunque vaya matando vampiros (cosa que no me gusta) es un puto vampiro como debe ser. Si Blade se encontrara al gusiluz este le haría un nudo literalmente y pasaría a sodomizarlo con el frío acero de su espada, cosa más que merecida.
Y hasta aquí mi análisis de los tipos duros y los maricas del cine. Podría seguir escribiendo, pero es que me he cabreado. Un consejo: nunca, NUNCA seáis unos capullos sentimentales como los que he descrito, sólo conseguiréis el odio de gente como yo, morir de hipotermia o que Blade os dé por el culo con su espada.
John McClane: Un policía con unas gónadas de hormigón armado. Protagonista de Die Hard (Jungla de cristal, pero prefiero el título original, mucho más duro) y sus tres secuelas. Su frase "Yipi Kay Yay, motherfucker" es un referente de los tipos duros. Alguien a quien no querrías escupir en la comida por si acaso se da cuenta y te mete un supositorio caliente de plomo. Interpretado por Bruce Willis.
William Foster: La máxima expresión del hombre cabreado. Es el protagonista de Un día de furia, película que recomiendo ver. Sólo es un hombre que quiere llegar a casa de su ex-mujer por el cumpleaños de su hija, pero la mala suerte se cruza en su camino en forma de una panda de hijos de puta. Entre sus logros están poner en su sitio a unos pandilleros muy mal educados, provocarle un infarto escopeta en mano a un viejo que juega al golf vestido de mamarracho y cargarse a un nazi a balazos. Interpretado por Michael Douglas.
El mariachi: De niño fue guitarrista, de mayor un hombre en busca de venganza. Protagonista de Desperado y Once upon a time in Mexico (también de El mariachi, la primera de la trilogía, pero al que me refiero es al que interpreta Antonio Bnderas). Asesinaron a su mujer y le metieron una bala en la mano. En su búsqueda de Bucho, el culpable de dejarle viudo, deja una ristra de cadáveres y bares destrozados ocultando unas armas que serían la envidia de Charlton Heston en una funda de guitarra. Interpretado por Antonio Banderas (sólo en Desperado y Once upon a time in Mexico).
Agente Smith: Si esto te entra en el ordenador te puedes ir dando por jodido. Es un programa informático antagonista de Matrix y sus secuelas. Es el que más jode a Neo. Un experto en artes marciales al que no hay quien le acierte un tiro. Por mucho que Neo se lo cargue aparece una y otra vez, incluso multiplicado. Es el que peor acaba de todos los que he citado y está interpretado por Hugo Weaving.
Podría citar más, pero creo que con estos ejemplos vale para darse cuenta de que las películas buenas siempre tienen un tipo duro que, aún teniendo una mujer, no andan jodiendo con sus líos amorosos y en el caso de El mariachi convierte a su nueva chica en una tipa dura.
Vale, pasemos a la parte mala del artículo: Los maricas de las pelis de amor.
Jack Dawson: El tío de 20 años más estúpido que te puedes encontrar en una película. Es interpretado por Leonardo DiCaprio y es protagonista de Titanic (1997), una película con un cojón de premios Oscar, 11 en total y en mi opinión 12 más de los que se merece porque es un bodrio infumable, y si piensas lo contrario es que tú y yo tenemos gustos cinematográficos opuestos. Huérfano desde los 15 años, cinco años después tiene la mala suerte de ganar unos billetes de tercera clase para un barco que (como dice Don Mauro) "para una vez que sale va y se hostia". Lo que me cabrea de este idiota, porque es un idiota de manual, del género tonto, es que salva de un intento de suicidio a una chica rica que posteriormente se la juega y de qué manera. Antes de morir consigue dibujar a la chica en cuestión sin más atuendo que un pedrolo del copón valorado en a saber cuántos miles o incluso millones de dólares y luego se la folla en un coche con los cristales empañados de lujuria. Pero cuando el barco se va al carajo ayuda a subir a la desagradecida chica a un tablón en el que caben los dos, apretados pero caben. Pues no, la chica se despatarra allí y deja que muera de hipotermia. Lo dicho, idiota de manual.
Edward Cullen: Protagonista de Crepúsculo y una sucesión de chorradas más. Interpretado por Robert Pattinson. Un ¿vampiro? POR AHÍ NO PASO. ME HAN TOCADO A LOS VAMPIROS. COÑO. Este ni es vampiro ni es nada, es simplemente un "guaperillas"de instituto, un chupa-reglas que va maquillado como en el siglo XVII. Su rasgo más característico es que cuando le da el sol brilla. BRILLA EL MUY MARICA. Vale que se puede considerar una ventaja con respecto a los otros vampiros que se queman con el sol, pero Blade tampoco muere si le da el sol, y aunque vaya matando vampiros (cosa que no me gusta) es un puto vampiro como debe ser. Si Blade se encontrara al gusiluz este le haría un nudo literalmente y pasaría a sodomizarlo con el frío acero de su espada, cosa más que merecida.
Y hasta aquí mi análisis de los tipos duros y los maricas del cine. Podría seguir escribiendo, pero es que me he cabreado. Un consejo: nunca, NUNCA seáis unos capullos sentimentales como los que he descrito, sólo conseguiréis el odio de gente como yo, morir de hipotermia o que Blade os dé por el culo con su espada.
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