lunes, 7 de noviembre de 2011

La ronda Molezún

Yo veo poco la tele, pero cuando la veo siempre saco alguna lección de ella. La lección suele ser "no vuelvas a encender ese cacharro del demonio", y de vez en cuando la ignoro. Como hice ayer. Así que estaba yo en el sofá, a unas horas poco recomendables, viendo la tele. Fue apretar el botón del 6 en mi mando y desatar la tragedia. Una tragedia con nombre y apellido: Santi Molezún. Según él mismo dice, es gallego, pero para mí que ese apellido del mismo Vigo no va a ser.


Que los tarotistas y videntes son una panda de charlatanes, es de sobra conocido. Pero lo de este pamplinas va más allá. Cambiarse el nombre es común: Aramís Fuster (no creo que su madre tuviese los huevazos de llamarla Aramís), Rapel... Eso de abrillantarse en vez de peinarse también es algo que se suele hacer, como hacían Paco Porras, Rapel (otra vez), o incluso ponerse pelucas (como "Aramís" Fuster, que según su religión no puede hacerlo). Pero si escribo sobre este ejemplar es porque me dejó boquiabierto. Al principio pensé "igual soy yo, que acabo de ver un concurso telefónico de esos (porque no hay canal que se libre)". Pero no, no eran cosas mías. Eran cosas suyas: La ronda Molezún. Es decir, ¿sabéis cuando en los concursos esos dicen "conexión total" y suenan alarmas y dicen que si ronda rápida y esas cosas? Pues sí, eso mismo hizo nuestro amigo el calvo.


Yo, al poner el programa, tenía buenas expectativas, pero esto creo que las superó. Llamó una mujer, con un marcado acento subsahariano. Le preguntó si veía bien su futuro económico y cuándo creía él que podría abrir su negocio (el de ella). Con una precisión acojonante dijo "abril de 2012". Hasta aquí como todos. Lo bueno fue que la mujer se despidió con un "adiós" y él diciendo "boas noites, moito obrigado", que yo no sé, pero viviendo en España  con acento africano... ¿Por qué mística razón iba a saber portugués la buena mujer? Hubo otra cosa que me llamó la atención durante la "ronda Molezún", y es que cuando alguien decía "hola" él decía "intentemos evitar los holas", para ahorrar tiempo, supongo. Pero digo yo que si a cada uno que llama se lo dices no vas a ahorrar mucho tiempo, ni la gente pasta. Ahora mismo dudo hasta si es calvo natural.


Pero lo mejor de todo fue cuando entró Rita "la cantaora". Señora, ¿no sabe usted que ahí cobran por minuto? Vale, bien. Entonces, si nuestro Filemón le dice que cante algo, sabiendo el atraco que conlleva, ¿Para qué le sigue el juego? Digo más, ¿para qué lo hace otra vez antes de despedirse? No cronometré la llamada, pero estoy seguro de que pasó de los 2 minutos. Así que nuestro amigo Coyak ya tiene para un peluquín o para injertarse un flequillo (algo es algo) gracias a Rita.

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