Señoritas, estoy en celo

Eso de que la primavera la sangre altera no es verdad, pero no está desencaminado. Estoy en época de celo. Durante el resto del año soy un hombre formal. Miro a las mujeres igual que a los hombres, es decir, si no llevan algo encima que me interese les ignoro. Me la sopla el tamaño de sus tetas, el de sus labios, el color de sus bragas o cuántos pezones lleven fuera. Pero en esta época no.

Me doy cuenta cuando estoy en celo en el mismo momento en el que veo a mi vecina cuarentona. En cualquier época del año cualquier hombre sentiría muchas cosas por ella, pero atractivo físico no sería una de ellas. Pero yo en este tiempo... Es ver esa blusa estampada de flores, ese corte de pelo a lo Colón y sobre todo, esa falda larga, que cualquier día se la pisa y se mata... Y sólo puedo quedarme mirando embobado. Y si esto me pasa con semejante esperpento imagináos cuando paso al lado del club Ladies. Parece que todas esperan a que pase yo por allí para salir a fumarse el cigarro (el de después, supongo).

Los hay que tienen alergia al polen, pero yo tengo alergia a todo cuanto me recuerde a una mujer. Sólamente que en vez de llorar por los ojos lo hago por la boca, en vez de estornudar jadeo y en vez de hinchárseme los ojos se me hincha lo que viene siendo parte del aparato genital. Si además tenéis en cuenta que con este calor se suele llevar menos ropa, os hacéis una idea de cómo estoy. Me río del mechero de Colombo. Y no me gusta soltar piropos, pero entre lo salido que estoy y mi capacidad verbal me salen cosas como "Chica, ¿conoces el atajo? El que lleva a mi badajo". Ahora sé lo que siente mi perro... Yo también quiero una perra.

Además, cualquier hembra nota esto menos las humanas. He pasado por una tienda de animales y hasta las iguanas se tiraban contra el cristal. Pero la dependienta (una 90-60-90) ni puto caso. Hasta los peces, cuando he ido a echarles la comida, se han dado cuenta. Me tiraban besos o eso parecía. Así que aquí estoy. Delante del ordenador, con conexión a internet... Voy a ver qué encuentro. He visto a mandriles más decentes que yo en primavera.