Normalmente, la gente suele ser buena. Ese es el primer error que cometen los estafados. NADIE da 5 pavos a cambio de 4, sobre todo si tratas con un charlatán. ¿Le darías dinero a alguien que va mendigando en un ferrari? ¿A que no? Pues hay gente que sí.
Seguro que habéis visto esas señoras que rondan el centenar de años (aunque algunas se empeñan en decir que tienen como 700 años, ¿verdad, señora "Aramís"?) a las tantas de la noche en la televisión. Si quitas el sonido parece que están jugando al tute con un amigo imaginario, pero no. Están estafando.
Se hacen llamar brujas, videntes, adivinas... Yo las llamo ladronas de guante sucio. Primero de todo te dicen lo que quieres oír, pero no del todo. Siempre dan una respuesta genérica, como por ejemplo "estás pasando una mala racha, pero si pones de tu parte seguro que se soluciona". ¿No jodas? En realidad estoy cubierto de millones pero me he puesto a tirarlos por la ventana y me iba a provocar una depresión sólo para gastarme el dinero en tu linea telefónica. Claro que están pasando una mala racha y claro que si ponen de su parte lo solucionarán. Pero si lo hacen no será gracias a la ayuda de esas brujas, por supuesto.
Luego hay otra estafa que es la llamada "estafa piramidal". Consiste en que un buen día un charlatán se te cruza en medio de la calle (por ejemplo) y te propone una idea brillante: "Tú me das tu dinero, yo lo invierto sin decirte dónde y mágica y misteriósamente tu dinero se multiplicará. Y si me traes más tontos como tú te daré un porcentaje mayor. ¿Firmas?". Lo que no te explica es que los "beneficios" es en realidad un pequeño porcentaje de la pasta real que hay invertida en ese sinvergúenza, porque de su bolsillo no se mueve ese dinero. Sólo recibes el porcentaje de beneficio, nunca lo que invertiste, así que tu beneficio en realidad es la inversión de otro descuidado que cayó en el timo, mientras la mente brillante del estafador está en brasil con una mulata de cada brazo.
Y ya, para los profesionales, está el timo de la estampita. Explicación: Un gilipollas (aparentemente) se pone en la calle con una bolsa repleta de billetes grandes tirándolos y diciendo que son estampitas. en cuanto se acerca un interesado (avaricioso hijo de puta al que se la van a colar) llega el cómplice, quien le dice que intente comprarle la bolsa con las "estampitas", las cuáles son billetes falsos, por una cantidad "razonable". Entonces sus caminos se separan lo justo para que cuando el gilipollas avaricioso en cuestión se dé cuenta de que se ha gastado 10000 euros en una bolsa con recortes de folio impresos los estafadores están a tomar por el culo y descojonados.
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