lunes, 11 de julio de 2011

Delincuencia

Hay un tema que siempre me ha apasionado. Este tema es la convivencia dentro de una cárcel. En mi casa suelen haber peleas con frecuencia más o menos moderada. Claro, que ninguno de los que estamos aquí tenemos antecedentes por asesinato. Pero dentro de una cárcel la cosa cambia. ¿Cómo le dices tú a tu compañero de celda, acusado de asesinato múltiple, que debería tener su "cuarto" recogido? ¿O que "aquí huele como una leonera"? Eso es como tatuarse "MÁTAME, SOY GILIPOLLAS" en la frente.

Tratar de razonar con uno de estos tipos es algo difícil, muy difícil. te en cuenta que ese hombre mató a otros 7 con un tenedor porque en el restaurante alguien le sirvió la sopa fría. Un trabajo mal pagado es el de psicólogo para los asesinos en serie. Es una persona que entra en la celda de un asesino en serie y le dice "Tienes un problema", a lo que el asesino contesta "No, no. Tú has entrado en mi celda, mido dos metros peso ciento veinte kilos, me he comido a ochenta personas y el único guardia que hay ahora mismo en el módulo se acaba de ir a por un café, tú tienes el problema".

Otro tema es el de las duchas. Todo el mundo sabe lo que pasa en las duchas de la cárcel. Aunque tengan gel a alguien siempre se le caerá la pastilla de jabón. ¿Tanto cuesta hacerse una paja, señores? Y aquí viene la duda. ¿Quién es más gay, el que da o el que recibe? En mi pueblo encontraron la respuesta: El que da, porque al que recibe le pueden obligar a agacharse e inmovilizarle, pero al que da no le pueden obligar a que se le ponga dura. Todo correcto, hasta que un amigo vino a joderme la teoría: "Ya, pero ¿y si al otro le dicen 'O te empalmas o te la corto'?". Vamos a ver, yo no veo a nadie capaz de empalmarse en esa situación. Un tío, entra al banco y dice "Todos al suelo" y salta uno "Bueno, yo me tiraría pero es que le acabo de ver el escote a una y me quedaría a un palmo". No me jodas. Nadie tendría ganas de darse una alegría en esa tesitura.

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