Parafilias hay muchas. Algunas interesantes, otras poco apetecibles y otras que son un puto asco. Éstas últimas van desde un tipo de podofilia hasta la que en mi opinión se lleva la palma. Tengo un conocido coprófago. ¿Qué es lo peor de tener un conocido que come mierda? Efectivamente, que te invite a comer. Una persona a la que la frase "una mierda pinchada en un palo" le lleva la imagen mental de un polo caliente (y de extraña procedencia) no es alguien con quien yo quisiera compartir mesa. Lo peor fue que ninguno de mis amigos supimos que era coprófago hasta ese día.
Lo cierto es que empezó bien. Vale que la casa tenía un aroma algo desagradable, pero quien haya olido un repollo o el coño de una puta de 5 euros sabrá que por muy mal que huela, a veces se come. Me incomodé un poco cuando en vez de servilletas había un rollo de papel higiénico en la mesa. Y una cosa voy a decir, como cocinero va de puta madre. Cocinó mierda y sabía a mierda y media. Eso sí que es potenciar el sabor y no lo que hace la "alta cocina".
Al margen de dietas vomitivas, la idea de que alguien se ponga cachondo cuando le cae un mojón en la cara me parece cuanto menos perturbada. Pero se puede superar. Cuando una persona muere lo normal es que en los funerales se le halague, pero si alguien le piropea, pon cuidado. La parafilia más asquerosa, el peso pesado de la depravación, la práctica que haría que Torbe se echase las manos a la cabeza: la necrofilia. Cuando te dicen que tu novia está en los huesos y tú dices que tiene anorexia es sólo eso, tu novia tiene un problema alimentario. Cuando te dicen que tu novia está en los huesos y tú asientes y sonríes porque lo dicen de forma literal, el problema lo tienes tú y es grave.
Follar está bien. Matar puede tener su punto. Follarte a alguien muerto es excesivo. Sí, te aseguras de que no te va a fingir los orgasmos, pero ahí acaban las ventajas. También puede ser que tu novia esté la mitad de guapa de lo que debería, más que nada porque le quitasen media cara de un escopetazo. Por no mencionar el hecho de que esa pareja no te iba a durar más que unos meses. Al cabo de ese tiempo te despiertas abrazando unos huesos y fluidos corporales, que a mí me parece una forma poco cortés de dejar a alguien, pero soy yo, que soy raro.
jejejejeeee
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